Diario de a bordo

9 de agosto 2011: Hacía un sol esplendido, tenía algo de comida en la mochila y la cámara de vídeo estaba lista para grabar, por lo que la salida pintaba bastante bien, aunque acabó superando con creces cualquier cosa que hubiera imaginado. En un principio iba a ser una más para ver delfines y calderones, pero estaba muy equivocado… Al principio estaba mirando al mar pensando en mis cosas cuando escucho de lejos algo de una ballena… -Ballenas piloto pensé, son comunes ya que viven aquí...- me acerco y no veo nada. Al momento vuelven a gritar y se amontonan todos a estribor. Me extrañó que hubiese tanto revuelo por eso ya que, aunque los calderones son realmente bonitos, el capitán ya está más que acostumbrado a verlos y curiosamente era el que más ilusionado estaba en ese momento. No entendía nada, pero por si acaso solté la mochila en cabina, preparé la cámara y apunté hacia estribor…de repente por el rabillo del ojo veo una masa de agua enorme en movimiento y de ella sale nada más y nada menos que un Rorcual Común,el segundo animal más grande del planeta, a escasos 20 metros de distancia.

A pesar de haberme quedado de piedra conseguí reaccionar rápido y enfoqué como pude al increíble animal. Había que ser rápido ya que al minuto se vuelve a sumergir, no sin antes expulsar con una fuerza imponente y un sonido que llega a ser incluso armonioso, el exceso de agua que traga. No se puede explicar con palabras la sensación que produce ver a un ser vivo que puede llegar a medir 26 metros y de 75 toneladas de peso emerger del agua haciendo que el barco en el que navegas se quede pequeño. Es algo que hay que experimentar para poder comprenderlo. Los próximos 30 minutos fueron una búsqueda incansable para poder grabarlo de nuevo. El problema radica en que está debajo del agua durante 10 minutos, lo que hace muy difícil predecir dónde va a salir. Aún así conseguí grabarla una vez más, aunque lo realmente importante es que se me quedó grabado en la mente y eso no se puede borrar.

Dejamos al Rorcual seguir con su camino y no pasaron ni 10 minutos cuando nos encontramos una familia de orcas. Bastantes más pequeñas que la ballena anterior pero igual de fascinantes. Pudimos ver a 5 o más individuos relativamente cerca de los pesqueros de atunes. Realmente es muy raro encontrarse a estos dos animales seguidos en una misma salida y más aún cuando no vamos en su busca, por lo que la tripulación estaba eufórica y los clientes ya estaban más que satisfechos, pero aún no lo habían visto todo…

El capitán del barco, viendo que la suerte nos sonreía, se propuso como reto personal y a modo de broma, avistar a seis de las siete especies de cetáceos que habitan en el estrecho en esta época. Digo seis porque el Cachalote iba a ser complicado verlo. ¿Qué si conseguimos el reto? Sigan leyendo y lo averiguarán…

Al poco vimos a unos pocos individuos de calderones comunes que haciendo alarde de su simpatía se acercaron al barco aunque fue bastante breve por lo que me fue imposible grabarlo. Posteriormente pudimos observar a bastantes delfines listados en la distancia y no muy lejos de allí a unos pocos delfines comunes aunque, debido a su naturaleza, ambos son muy individuales y no tan sociables. A pesar de ello grabé cómo saltaban y jugaban entre ellos.

Para finalizar, una gran familia de delfines mulares, cómo si de guardaespaldas se tratasen, nos “escoltaron” durante gran parte del camino a puerto exhibiéndose como sólo ellos saben, poniendo fin a lo que fue, sin ninguna duda, una salida inolvidable.

Como podéis comprobar, sí cumplimos el reto y de sobra, ya que no sólo los vimos, sino que lo que es más importante, los disfrutamos. Por días como este es por los que merece la pena venir a este enclave natural único y embarcarse en el mundo de estos maravillosos animales.
Fernando Alemany Rullán

6 de agosto 2011: El barco tomó dirección Oeste hacia Marruecos con la intención de ver delfines y calderones. Llegamos a estar a tan solo 3km de dicho continente. Pudimos observar un grupo de calderones de entre 18-20 individuos, incluyendo crías. Estuvieron muy sociables acercándose bastante al barco. Por otro lado vimos delfines mulares, los cuales nadaron a la par que el barco durante un largo trayecto. No puedo decir cuantos individuos ya que nadaban muy rápido y se metían por debajo del barco con bastante frecuencia complicando así el conteo. Sí puedo decir que en algunos momentos vimos a las dos especies simultáneamente, corroborando así la afinidad entre ambas.
Fernando Alemany Rullán

4 de agosto 2011: El barco zarpó de puerto dirigiéndose hacia el centro del Estrecho para intentar ver orcas. Al ser sábado, comprobamos que muchos barcos pesqueros no habían salido y nos temimos que fuese difícil avistarlas ya que, como sabemos, éstas rondan por dichos barcos para beneficiarse de su pesca de atún. Después de una hora de camino, comenzamos a ver algunos individuos sueltos. No nos sorprendió que relativamente cerca hubiese pesqueros marroquíes. Conseguimos ver bastantes individuos. Aunque estaban bastantes dispersos, lo cual dificultaba centrarse en un grupo (sobretodo a los turistas que tenían que ir de un lado para otro), pude comprobar como existe una gran sincronización entre ellos. El macho, en un principio, estaba detrás de los pesqueros, no sé si era para controlar mejor la situación. Las hembras con al menos un par de crías si estaban más cerca de nuestro barco e incluso tuvimos la suerte de ver como una de ellas daba un gran salto el cual nos dejó a todos impresionados. Hay muchos posibles motivos por el cual lo pudo haber hecho pero yo me inclino a pensar que fue para llamar la atención de los presentes y así otra hembra pudiese acercarse y cazar el atún del pesquero. Sea cual fuese el motivo, los turistas quedaron realmente satisfechos con la salida. Tan a gusto estábamos observando tal espectáculo que llegamos algo más de media hora tarde a puerto.
Fernando Alemany Rullán

29 de julio2011: Ayer Viernes, tuvimos el privilegio, gracias a nuestra empresa colaboradora Aventura Marina, de adentrarnos junto con la organización de CIRCE en alta mar durante aproximadamente 5 horas y hacernos partícipes de su trabajo rutinario (para ellos), pero algo novedoso, muy interesante y asombroso para nosotras.

La hora de salida las 16:00 aproximadamente, del Puerto de Tarifa dónde quedamos con el responsable (Philippe) que vino acompañado con más voluntarios y personal trabajador de la organización CIRCE. Éstos no vinieron con las manos vacías, sino que contaban con todos los utensilios necesarios para nuestra aventura en el mar.

Hechas las presentaciones y con todo el equipo y tripulación a bordo del barco, tomamos rumbo en busca de nuestros amigos los cetáceos.

Antes de comenzar con el avistamiento, Joan nos enseñó a rellenar las hojas de los dos tipos de libros de avistamientos que usaban: fecha, hora, latitud, longitud, especie, número, dirección del animal, dirección del viento y demás condiciones meteorológicas.

Tras esta clase particular para fijar los conceptos generales, nos pusimos en marcha con los ojos bien abiertos para no perder detalle de cualquier especie que se cruzara en nuestro camino, o más bien cualquier especie que nosotros interrumpiéramos con la menor e inofensiva intención de colocarnos en su trayectoria.

Como era de esperar ya que nunca nos defraudan, allí estaban nuestros amigos los Calderones (Ballenas piloto), en diferentes grupos, pudiendo observar grupos más pasivos remoloneando tomando el sol bien quietecitos en la superficie, sin inmutarse de nuestra presencia; y en contraposición otros grupos de estos más juguetones que nunca,cruzándose y jugando en la proa de nuestro barco.

Otros de nuestros amigos asiduos que vinieron a saludarnos fueron grupos de Delfines Mulares, estos se encontraban en su momento de apogeo deleitándonos con sus acrobacias y saltos junto al barco y jugando entre ellos, incluso yo que estaba sentada en la proa del barco con las piernas fuera, me rozaban los pies. Todo no es tan bonito como parece, ya que también hacían de las suyas y nos salpicaban constantemente con la aleta caudal, entre su sonido característico a modo de risa y grito.

En ambas especies pudimos observar que en los grupos se encontraban bastantes crías, siempre actuando de forma obediente sin separase de su madre, también había algún juvenil que otro, rezagado, de delfín mular explorando por el mismo el ambiente, pero sin perder muy de lejos al grupo.

En nuestra trayectoria también pudimos ver algunos peces luna (Mola mola), uno entre ellos nos sorprendió por su enorme tamaño, era algo exagerado, pero sin duda alguna asombroso.

Y tras alegrarnos la vista y recreárnosla con tal gustoso espectáculo y sentir como estas especies interactúan con la especie humana con tal facilidad, muy a nuestro pesar el tiempo se terminó y tuvimos que regresar a puerto, fue como un abrir y cerrar de ojos que sin duda alguna nos dejo con un buen sabor de boca y quedará guardado en nuestras retinas esta experiencia inolvidable.

En puerto bajamos todo lo que previo a tomar rumbo subimos al barco, nos despedimos de la gente de CIRCE dándoles una y otra vez las gracias por esta oportunidad que nos había brindado nuestra empresa Aventura Marina.



11 de julio 2011: Hoy lunes, me correspondía la primera salida en barco, que ya es como otro amigo más para mí. A las 10.30 cuando se han reunido todos los clientes ya dispuestos para comenzar su Aventura Marina, nos hemos bajado al puerto donde les he facilitado una pequeña información sobre lo que podrían ver en este día, tanto de cetáceos, como ponerlos en situación respecto al trayecto que realizaremos, con ayuda (como las veces anteriores) de cartas náuticas y las  diferentes fichas de los delfínidos y ballenas.   Tras tener claro todos los conceptos generales previos, nos dirigimos a embarcar y a adentrarnos en alta mar. El día que hoy nos ha acompañado no era del todo el ideal, porque aunque no contábamos con el temible levante, había marejada y bruma. Debido a este tiempo, no hemos tenido tanta suerte como la del día anterior, pero aún así se han dejado ver aproximándose al barco un grupo de calderones y un grupo de delfines listados, estos últimos se mostraron muy juguetones regalándonos sus maravillosos saltos. Además se ha podido volver a observar un poco más distanciado del barco al maravilloso pez luna (Mola mola) por el cual siento mucha admiración.
Tamara González Gutiérrez

10 de julio 2011: Hoy es mi segundo día en solitario y de momento el que mejor sabor de boca me ha dejado, realizando el avistamiento a las 12 de la mañana. He tenido la gran suerte de poder observar una mayor variedad de animales marinos diferentes a la que observamos días anteriores.   A los delfines mulares y calderones se unieron un gran Rorcual. Ha sido impresionante ver un individuo tan grande de cerca y de forma inesperada; y un enorme pez luna (Mola mola) que pasó tranquilamente a ras del barco  por la superficie del agua.   En el grupo de calderones, encontramos a un individuo herido en su aleta dorsal, debido a un anzuelo, por los barcos que sobrepasan los límites de pesca. También se dejaron ver individuos más jóvenes (crías), fáciles de reconocer por sus marcas estriadas en sus cuerpos y de color mas grisáceo. Todos junto con los delfines mulares, jugaban cerca del barco y estos últimos nos deleitaron con bastantes acrobacias. Hoy ha sido un día completito de cetáceos y agradable gracias al buen tiempo que nos acompañó.
Tamara González Gutiérrez

6 de julio 2011: Hoy es nuestro primer día de contacto con el barco de avistamientos y el mar, hemos subido a bordo las 3 chicas de prácticas. Nuestro estado era de nerviosismo y entusiasmo al imaginar lo que nos depararía el trayecto en barco que aproximadamente duraría 2 horas. Esperamos a que todos los turistas estuvieran a bordo para embarcar nosotras desde el Puerto de Tarifa, y tomar asiento, siempre que fuera posible, ya que los clientes tienen preferencia como es obvio y normal. Tras esto, nos pusimos rumbo hacía Marruecos, llegando a una distancia aproximada de 3,5 – 4 km y ubicándonos entre Tánger y Punta Cires, donde pudimos observar muy de cerca el monte Musa. El día que nos acompañaba era el idóneo para la navegación, ya que no contamos con la presencia del traicionero Levante. Nos pusimos en marcha y justo cuando nos acercábamos a la distancia citada anteriormente, se unieron a nuestro viaje un grupo de unos 6 – 7 Calderones (Globicephalus melas) conocida vulgarmente como Ballena piloto, aunque es un Delfínido, hizo honor a su nombre vulgar pilotando nuestro barco mientras jugaban entre ellos. Llegamos a dicha distancia, donde paramos en alta mar con nuestros acompañantes marinos, a los que se les unieron otro grupo de calderones. Pudimos observar que había bastante tráfico de barcos, ya que como nos explicaron en la charla previa, por el estrecho pasan unos 300 barcos diarios, que supone el 10 % del tráfico marino anual, por lo que debido al jaleo, pudimos divisar un grupo de delfines mulares que no se atrevieron a acercarse.Y ese fue nuestro primer día de contacto con los cetáceos, una experiencia mejor de la que nos podíamos imaginar, y como se suele decir cada día más y mejor.
Tamara González Gutiérrez